El trabajo de acabado es una etapa crucial en la construcción de un edificio. Incluye todos los trabajos que siguen al trabajo estructural y permiten la finalización del interior y el exterior del edificio. Esta etapa requiere una gran experiencia y conocimientos técnicos, ya que involucra a múltiples oficios diferentes, cada uno interviniendo en un momento específico para llevar a cabo su trabajo.
El trabajo de acabado comienza tan pronto como se completa el trabajo estructural. Permite que profesionales de diferentes oficios entren en escena. Las tareas a realizar son numerosas y variadas, desde acabados de suelos, paredes y techos hasta fontanería, instalaciones eléctricas, carpintería, aire acondicionado y todo el equipamiento técnico. Estos trabajos deben llevarse a cabo con precisión y meticulosidad, ya que determinan el confort, la funcionalidad y la estética del edificio.
Los acabados de suelos, paredes y techos son tareas que requieren una gran atención. Proporcionan el toque final a la estética del edificio y mejoran el confort de los ocupantes. Los materiales utilizados para estos trabajos pueden variar según los gustos y necesidades individuales. Así, los suelos pueden ser de baldosas, parquet, moqueta, hormigón pulido, piedra natural, etc. Los acabados de paredes pueden ser pintura, papel pintado, azulejos, madera, yeso, etc. Los acabados de techos pueden ser yeso, revestimiento, molduras decorativas, paneles de techo, etc.
La fontanería y las instalaciones eléctricas también son tareas importantes en el trabajo de acabado. Aseguran el buen funcionamiento de las instalaciones sanitarias y eléctricas del edificio. Los profesionales que realizan estos trabajos deben ser experimentados y calificados, ya que deben cumplir con normas de seguridad y rendimiento. El trabajo de fontanería consiste en instalar tuberías de agua y sistemas de alcantarillado, así como accesorios sanitarios como inodoros, lavabos, bañeras, duchas, etc. El trabajo eléctrico consiste en instalar cables eléctricos, enchufes, interruptores, luminarias, paneles eléctricos, etc.
La carpintería también es un oficio importante en el trabajo de acabado. Permite la realización de instalaciones interiores y exteriores del edificio, como puertas, ventanas, escaleras, armarios, guardarropas, muebles, etc. Los profesionales de la carpintería deben tener un gran dominio de su oficio, ya que deben realizar trabajos personalizados adaptados a las necesidades específicas de cada cliente.
El aire acondicionado y todo el equipamiento técnico también forman parte del trabajo de acabado. Aseguran el confort térmico y acústico del edificio.